¡Hasta luego tita! (A mi tita Lola)


Una especial y sabia amiga, me dice con respecto a tu partida ¿95 años? Muchos vividos en la misma casa ¿no?, ya era hora de cambiar. Quizá lleve razón. Pero a nadie le gustan las despedidas, y a mi aunque no me gustan, ya estoy acostumbrada, y sobre todo sé que no existen las despedidas, así que cuando me dejo arrastrar por la corriente de lo que sucede a mi alrededor, tomo conciencia de cómo se vive en mi interior, y comprendo la ilusión de la escena que se está representando y me doy cuenta que no participo de las creencias más comunes, lo cual me libera de compartir mucho de su dolor.
Todas las vidas son ejemplares, a pesar de que esto puede levantar muchas ampollas, pero sé lo que me digo y no tengo ningun problema en debatirlo.
Y no hace falta llamar la atención para dejar una huella profunda en el camino. Sobre todo cuando la discreción, la sencillez, la prudencia, la nobleza y el silencio sereno, son las bases de una vida bien vivida. No es necesario ser protagonista de la película, para que todos recuerden tu intervención, y tu vida, tita, es la prueba viva de lo que digo. Sí, he dicho bien, la prueba viva. Ahora es cuando la vida se manifiesta más intensamente en tí, en contra de lo que pueda parecer, en contra de las opiniones más diversas, en contra incluso de la lógica más aparentemente razonable, ahora justamente que te retiras de la escena es cuando tu vida brilla con más luz que nunca. ¡Buen viaje tita, y hasta luego!

Ramillete de palabras

Si has llegado hasta aqui, es porque el amor no conoce fronteras ni límites.

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