Mensajes


Los recibimos constantemente. La vida nos habla, y también usamos la vida para decirnos a nosotros mismos aquello que sabe nuestro inconsciente y que solo podemos entender cuando lo oimos desde fuera. Paradojas.

Hoy recibí un mensaje, como siempre adecuado para la ocasión.

Es de Beethoven. No es que se me haya aparecido en forma de ectoplasma parlanchín, no.

Venía escrito en una pequeña notita para la ocasión.

No recuerdo con exactitud la frase, pero resaltaba la importancia de disfrutar con cada paso del viaje, y olvidarnos del destino final. Esa es la clave de la felicidad.

Hay días que se me olvida...por eso necesito que Beethoven venga en mi rescate y me zarandee un poquito.

¡Gracias maestro!

4 comentarios:

Monelle/Carmen Rosa Signes 9:56:00  

Qué bien que ya tengas arreglado el problema. Echaba de menos tus entradas. Cierto es que nos cambiaría mucho la vida si nos fijáramos más en lo que nos rodea, la de cosas que perdemos por no pensar que eso mismo puede suceder. Besos y que pases un feliz fin de semana. Bienvenida de nuevo.
Carmen

Clematide 10:33:00  

También yo lo echaba de menos, pero me ha servido para valorarlo y de paso poner mi atención en otras cosas.
Gracias por ser tan fiel amiga, Carmen. ¡Muchos besitos!

Anónimo 16:48:00  

Quizas ese siempre es el problema, que siempre pensamos en el final y en las consecuencias sin disfrutar el camino...

Clematide 21:11:00  

Nos han educado para eso, así que ahora toca desaprender...
Gracias guapisima por tu visita y comentarios

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