La mente puede aceptar límites en cualquier parte. Pero la realidad es que, por su naturaleza misma, la existencia no puede tener límites, porque ¿qué existirá más allá de los límites?. Nuevamente otro cielo. Es por esto que estoy diciendo que hay cielos sobre cielos disponibles para tu vuelo. No te conformes fácilmente. Aquello que se contentan fácilmente permanecen pequeños: pequeños sus goces, pequeños sus éxtasis, pequeños sus silencios, pequeños en su ser. Pero no hace falta! Esta pequeñez es tu propia imposición sobre tu libertad, sobre tus posibilidades ilimitadas, sobre tu potencial ilimitado.
Osho Live Zen Chapter 2
2 comentarios:
Nunca me han gustado los límites. Al menos yo, siempre he preferido no poner ni barreras ni fronteras. La probabilidad de un mundo finito me molesta, no quiero poner fin a nada de lo que me rodea, necesito que las cosas no tengan fin, así dan más juego y mayores posibilidades. Y cómo no, mi mente es una de esas cosas infinitas de pensamiento y acción. Hasta que el cuerpo aguante.
Besos.
Carmen
Los niños son así, no tienen barreras, fronteras ni límites...para ellos todo es posible y en realidad no tiene por qué ser de otra manera.
Un beso Carmen
Publicar un comentario