Maestros


Hoy de nuevo he sentido que la vida me sacudía con sus potentes mensajes.

Hace varios días vi en televisión a Albert Casals, un chico de 18 años, al que una leucemia dejó en silla de ruedas a los 4 años. Con su pelo azul y su perenne y contagiosa sonrisa contaba su experiencia. ¿Qué experiencia? La de ser feliz haciendo lo que le gusta, viajar. Empezó a los 14 años, con un presupuesto de 3 euros diarios, viaja solo, haciendo autostop y durmiendo en parques y playas. Ahora dice que ha mejorado pues viaja gratis, se deja llevar por la vida y por las personas que lo llevan dónde quieran. Consideró que era un desperdicio pagar albergues y cuenta lo fascinante que es dormir en la playa escuchando como música de fondo las olas rompiendo en la arena. Sus palabras no tienen desperdicio, toda una lección de vida y alegría. Es feliz, porque hace lo que le gusta. ¿y sus padres? son felices viéndole feliz, por eso no se plantean que tenga que hacer algo diferente de lo que hace.

Hoy le volví a escuchar en la radio, mientras conducía. No pude evitar que las lágrimas rodaran por mis mejillas cuando el periodista le cuestionaba cómo sus padres le dejaban viajar de esa forma, solo, él mismo era padre y no concebía que su hijo hiciera lo mismo, y él con toda naturalidad le contestó: "Ellos son felices si yo soy feliz, eso es el amor..."

No tengo más comentarios, toda una lección de amor, la de sus padres y la de este maestro de cabellos azules...

En internet están los detalles, aunque estoy segura de que seguiremos viéndolo en diferentes programas, pues este niño de alma luminosa es un mensaje por sí mismo, un mensaje que golpea el corazón, para aprender un poquito más sobre el Amor (con mayúsculas).

12 comentarios:

Monelle/Carmen Rosa Signes 8:29:00  

Y un mensaje hermoso, un canto a la libertad sin barreras. Eso es la vida, saber aprovechar cada segundo y disfrutarla, y compartirla. Me ha gustado saber de él. Seguiré sus pasos.
Besos Loli.

Carmen

chati 12:44:00  

Que envidia sana tengo ahora mismo, ojala mi cerebro me dejara pensar como ese chico del pelo azul, espero que siga siendo igual de feliz. ¿te importa que ponga su historia en el blog? besitos

Clematide 21:21:00  

Verás cómo te enamora también. Es sorprendente lo que transmite con su sencillez y naturalidad. Toda una actitud a imitar.
Un beso, Carmen.

Clematide 21:25:00  

Claro que no, Chati, todo lo contrario, creo que este ejemplo tiene que extenderse, para que veamos cómo creamos todas las limitaciones en la mente, y que una actitud simple y positiva ante la vida es la clave de la felicidad. En una de las entrevistas, Albert dijo que pensaba que quizá él es tan feliz gracias a su leucemia, que quizá si hubiera sido un niño "normal" no habría tenido la oportunidad de hacer lo que hace. Fascinante.
Gracias por venir, Chati.

mariposaibis 22:07:00  

Me ha encantado conocer la historia de Albert. Es un canto a la vida y la de sus padres que le demuestran tanto amor dajandole que haga lo que más le guste aunque yo que soy madre, estoy segura que lo tendrán siempre en sus pensamientos porque a veces para que ellos sean felices, sean independientes debemos de separarnos de ellos un poco.
Besos Loli.

Clematide 22:40:00  

Comprendo que sea difícil para los padres dejar que los hijos vivan su propia vida, cometan sus propios errores y elijan su propio camino sin intervenir. No solemos pensar que los padres no son "dueños" de los hijos.
Muchas gracias Mariló, preciosa, super mami!

Carlos 23:14:00  

No te ha pasado alguna vez por la cabeza huir. Estamos en el camino de ir soltando y dejar de aferrarnos a esa falsa seguridad que nos venden. Él es pájaro y libre ha de estar. Gracias por compartir esta preciosa historia.

Clematide 23:31:00  

Tú lo has dicho, es un pájaro libre...todos lo somos, aunque aún no nos hayamos dado cuenta. Por eso soñamos siempre como volar...cómo no!, yo suelo camuflar la palabra huir, en su lugar pienso en "desconectar viajando" je je je, un eufemismo como otro cualquiera.
Gracias Carlos, tus comentarios son un complemento que este blog necesita y agradece de corazón.
Muchos besitos!

Anónimo 21:20:00  

Desde luego esos padres son todo un ejemplo de amor y abnegacion. Desde luego ser padre con "conciencia" de que estas entregando vida, libertad, y libre albedrio a otro ser humano para que cumpla con su mision o su aprendizaje, no debe de ser facil.

Igualito que mi madre, que no me dejaba ir de excursion!!!!!

Clematide 22:42:00  

Creo que toca ir un poco más allá de lo que llamamos "amor", y aqui hay un ejemplo.
Te echaba de menos por aqui, preciosa! Gracias por venir.
Muchos besitos!

Manel Aljama 20:57:00  

Yo también le he escuchado en una entrevista en la radio. Aunque no lo parezca, sus padres han hecho muchísimo por él pues aunque ahora no lo parezcan "han estado ahí" y él se ha sentido importante. Al mismo tiempo si él no hubiese colaborado ni puesto de su parte, tampoco habría sido posible. Esto confirma mi humilde teoría del puente. Cada lo anda hasta la mitad, el punto de encuentro. Todos debemos movernos, aunque se poco sin esperar que todo lo haga el otro.

Clematide 23:33:00  

Exactamente como dices, Manel, es como cuando una semilla cae en buena tierra y además tiene todas las condiciones favorables de humedad, luz, nutrición, etc, para desarrollarse. Por buena que fuera, si le faltase esto...no podría crecer.
Muchas gracias, por tu siempre oportuna aportación, Manel.
Un abrazo!

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