Las celebraciones religiosas son para mi una fuente inagotable de anécdotas. Hace unos años en la boda de un primo tuvimos que aguantar el chaparrón de un sacerdote que nos recordó nuestra condición de "pecadores" durante más de 15 minutos, y además se empeñaba en que iríamos todos al infierno por nuestro depravado modo de vida. Hubo quien se indignó, aunque la mayoría nos reíamos a más no poder.
Este sábado fui a la comunión del peque de Mariló, que dicho sea de paso es una de mis más antiguas y queridas amigas. Le envío un beso de corazón, para ella y su preciosa familia.
El cura se veía "enrollao". En un momento de la ceremonia instó a los niños que iban a tomar su primera comunión a que participaran con él en una pequeña ronda de preguntas sobre Jesús de un modo "espontáneo" nada preparado, claro. Los niños al principio algo cortados, empezaron a animarse y cuando pasó el miedo a las preguntas, la mayoría levantaban el dedo peligrosamente delante de las narices del pobre cura que intentaba defenderse de un posible accidente echando la cara hacia atrás.
El cura preguntó:
El cura preguntó:
¿Qué tiene que hacer un buen cristiano?, un niño "espontáneo" le dijo. "Vestir al desnudo". Y me dí cuenta lo poco cristiano que es mi cerebro. Ni en mil años se me hubiera ocurrido que había que vestir a los que fueran ligeritos de ropa por la calle. El cura lo arregló definitivamente con su comentario: "Si, bueno, pero ten cuidado de no vestir a los que están en la playa...", y todos a reir, claro.
Lo que realmente me gustó, fue la contestación de una niña cuando el cura preguntó que dónde podíamos encontrar a Dios. No lo pensó dos veces y dijo:
"En las velas y en las flores..."
¿Alguien lo duda?
4 comentarios:
Otro diseño para tu blog, de momento me gustaba más el otro, los colores le daban mucha vida.
En cuanto a tu post, comentar que con los años me he hecho menos tolerante con los sermones en la iglesia, ya no puedo con ellos, todo vino en el entierro de un primito mio de apenas once años, cuando el cura dijo que debíamos resignarnos ante los designios de Dios, ante su voluntad. Algo se encendió en mi interior, pues yo me resigno ante la evidencia de una enfermedad crónica en una persona mayor, cuando las posibilidades se reducen al máximo, pero ante una desgracia así, no, por ahí no paso.
Menos mal que las generaciones futuras irán haciendo que esto cambie, o eso espero.
Los niños, en su inocencia, son sabios jeje
Besos y feliz semana.
Carmen
Tienes razón con lo del colorido del blog, pero me apetecía cambiar, y renovar, y este me gustó bastante.
El tema de la resignación es recurrente en la iglesia. Y en casos como el que cuentas, duele.
Yo no comparto aunque respeto que cada uno lo vea como quiera o pueda verlo. No hay más. Luchar contra cosas que no tienen sentido, es agotador.
Por suerte los niños tienen una visión aún genuina y natural de las cosas. Lástima que la vayamos perdiendo.
Muchas gracias, corazón por tu visita, ya sabes que me encanta verte por aqui.
Besitos!
A mi me gusta el cambio del blog, parece mas sereno y con el ultimo post y la foto lo complementan de una forma generosa y bonita, un beso preciosa
¡Gracias Chati preciosa! Me encanta que te haya gustado con el buen gusto que tienes...me siento halagada.
¡Un beso enorme!
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