Descubrimientos




Hacía un tiempo que no viajaba entre páginas remotas, blogs desconocidos y enlaces fortuitos que siempre me llevan a vibrantes descubrimientos.
Uno de ellos es esta historia que reproduzco a continuación, y el otro es la imagen que la acompaña (Gracias al blog de Patricia "Escuchando Palabras")...un pintor Chino llamado Hu Jun Di y que os recomiendo exploréis, su obra me ha parecido creativa, sensual, e inspiradora...



Espero que disfrutéis esta mezcla...


" El valor del Saludo, por el reconocimiento del otro como persona..."


Cuenta una historia que hace muchos años un hombre trabajaba en una planta empacadora de carne en Noruega. Un día terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo; se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado dentro del refrigerador.
Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar una y otra vez, pero nadie lo escuchaba. La mayoría de los trabajadores se había ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta.
Llevaba cuatro horas en el refrigerador y se sentía ya al borde de la muerte, sin esperanzas de salvación.
De repente y para su inmensa alegría, se abrió la puerta. El guardia de seguridad entró y lo rescató.
Después de esto, le preguntaron al guardia a qué se debía el que se le ocurrió abrir ésa puerta sino era parte de su rutina de trabajo ??.
Él explicó: llevo trabajando en ésta empresa casi 25 años; cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero él es el único que me saluda en la mañana y se despide de mi en las tardes. El resto de los trabajadores me tratan como si yo fuera invisible.
Hoy ,como cada día, me dijo " hola " a la entrada, pero nunca escuché - "hasta mañana" . Yo espero por ese hola, buenos días, y ése chao o hasta mañana - cada jornada. Sabiendo que todavía no se había despedido de mi, pensé que debía estar en algún lugar del edificio y que algo debió pasarle, por lo que lo busqué y gracias a Dios lo encontré ".

La casa de huéspedes



El ser humano es similar a una casa de huéspedes.
Cada día llega alguien nuevo a su puerta: una alegría, una decepción, algo difícil o doloroso se presentarán como visitantes inesperados.
Dales la bienvenida y acógelos a todos, incluso si es una muchedumbre de preocupaciones la que vacía tu casa de sus muebles. Trata a cada huésped honorablemente, ya que podría estar vaciándote para una nueva delicia.
Ve a la puerta de entrada y recibe con una sonrisa al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia, e invítales a pasar.
Sé agradecido con cualquiera que venga, porque cada uno ha sido enviado como guardián del Más Allá.

Rumi

Delirios de verano


Hace mucho que no vivo por aquí.

Y digo “vivo” consciente de que cada vez que tecleo palabras en un folio virtual en una pantalla de ordenador, estoy creando una realidad más…una forma diferente de vida.

Esto forma parte de esa manía que tengo de diseccionar todo. La vida es una, pero para mi, la vida se manifiesta de formas tan dispares que las tengo que clasificar para poder situarme. Toda esta reflexión me hace “pensar”…

Estoy divagando, pero en definitiva vengo a decir que todo esto lo crea mi mente…y yo me lo creo, o no. Esa es la “vida” que ahora estoy explorando. Mi mente crea mundos paralelos, pero yo tengo la opción de reunirlos en una sola vida, o seguir diseccionándolos a gusto de mi mente...que va creando a su antojo.

Y también hay otra que supervisa lo que crea la mente, otra que lo critica, otra que lo reforma, otra que lo amplia, otra que le da brillo, otra que lo arrincona…y así hasta el infinito.

Cuando escribo, vivo, cuando leo, vivo, cuando huelo, vivo, cuando escucho, vivo, cuando miro, vivo…y todo es una sola vida…

Y nada de esto es…

Solo la que está respirando en mi ES…el resto es creación de mi mente, y con estas creaciones yo juego y me divierto.

Os juro que lo más alucinógeno que he tomado ha sido un té helado con hierbabuena…es solo que llevo mucho tiempo sin teclear delante de esta hermosura de pantalla y tenía muchos delirios en la trastienda.

Actualización




El tiempo pasa y obliga a actualizarse...es bien obvio y sin embargo a veces no tomamos en cuenta el incesante movimiento que muestra la vida al reinventarse cada día...como prueba irrefutable de que todo cambia, todo muta, todo está en constante movimiento. Así es, nos pongamos como nos pongamos.
Es por eso que tengo que actualizar un post, que aunque sigue estando vivo y vigente, se amplía y se completa con algunos datos nuevos.
El post en cuestión es el de los milagros cotidianos...
Por un lado, la orquídea siguió su creciente impulso creativo y dió a luz 8 magníficas flores que se acompañaron y me acompañaron con su blanco esplendor.
Ayer me comentaba una señora con cierto tono de guasa que hay personas que hablan con las plantas, como un gesto extravagante de personas solitarias...me identifiqué al instante...no por lo de extravagante, un poco por lo de solitaria, y un mucho por lo de conversar con plantas.
Aunque más que conversar, lo mío son monólogos, llevo más de tres meses piropeando sin tregua a mi linda plantita...y si la planta me hubiera contestado me da un patatús allí mismo y se acaban esa y todas las conversaciones futuras.
Además de piropearla, la he mostrado orgullosa a todo el que llegaba a casa como como si fuera mi bebé recién nacido, y para mi lo era...un bebé espléndido que me enseñaba con su silencio humilde cómo el ego en algunos seres es algo completamente desconocido y totalmente inservible.
Además de estas anécdotas...tengo información extra.
Un amigo muy querido (que además tiene la deferencia y la paciencia de leerme de vez en cuando...Ooooh cuánto te quiero!) me comunica que lo que yo llamo "palito" y con lo que hago cantar el cuenco tibetano, se llama en realidad "baqueta", igual que toooooooodos los "palitos" que se usan para instrumentos de percusión (literal).
La orquídea sigue su evolución...y empieza a dejar marchar algunas de sus flores...y ahora tengo una baqueta con la que hacer vibrar mi querido cuenco...la vida cambia y yo soy feliz.

¡Abrazos gratis!





Si no quieres que nos abracemos...
...no sigas leyendo...

¡Ups! ya es tarde...ja ja ja.

¿Te gustó?

¡¡¡A mi siiiiiii, y mucho!!!

Bueno....

Si no te gustó...¡me lo puedes devolver!





La fuerza del corazón


Ya lo decía Alejandro Sanz en su canción, y todos hemos comprobado de una forma u otra cómo el corazón tiene un impulso propio que alienta y llena de vida cualquier sustancia que lo impregna, ya sea un ser vivo, como un objeto aparentemente sin vida.

Poner en marcha el corazón es algo que además de muy saludable, nos hace los primeros beneficiarios de dicha acción.

Esta introducción es para aquellos que nos hemos preguntado qué podemos hacer por aquellos pueblos que están sufriendo catástrofes del tipo del terremoto y tsunami de Japón.

Podemos hacer, y mucho...es sencillo, gratificante, asequible y además gratis.

Enviar un pensamiento de apoyo, solidaridad, consuelo, fortaleza, amor...es tan simple como cuando pensamos en las personas que amamos y nos invade una sensación de bienestar que no sabemos exactamente cómo se produce, pero que podemos ubicar en el corazón.

Encender una vela y dedicar esa luz con la misma intención...hacer una meditación diaria...aunque sean solo cinco minutos..., poner unas flores en casa para ellos...escribir unas palabras de solidaridad y dedicárselas...visualizar toda la zona reconstruida y llena de vida y brillo...

Cualquier cosa que hagamos con la intención de que esa energía de amor les llegue será algo útil.

Hagámoslo...no tenemos nada que perder y seguro que podremos impulsar y facilitar la recuperación de nuestros hermanos japoneses.

No en vano alguien dijo que el Amor es el motor del Universo...

Pequeños milagros cotidianos




En una misma semana, que yo recuerde, se han dado dos sucesos...llamémosle curiosos.

Después de casi diez años de terca mudez, y ya perdida la esperanza, salgo en busca de un nuevo cuenco cantor. La experiencia fue toda una fiesta, contra todo pronóstico, ya que mis compras suelen ser directas y breves. Si quiero algo, lo busco y si lo encuentro lo compro. Punto final.

En este caso, el experto dependiente supo deleitarme con, no solo un despliegue total de artes comerciales, sino con sabiduría y conocimientos más allá de lo meramente material.

Mi única pregunta ante un montón de cuencos tibetanos de diferentes tamaños y apariencia fué...¿Son todos del mismo material?...y a partir de ahí comenzó el show.

Me hizo sentar en una banqueta casi a ras de suelo y tras una larga serie de recomendaciones y consejos sobre cómo escoger el cuenco apropiado me dejó que los probara uno a uno hasta “sentir” cuál era el mío, porque según él firmemente creía, se trata de algo muy personal y que cada cuenco tiene un “dueño”, por así decirlo.

Mientras tanto me iba deleitando con comentarios y anécdotas de muchos de los clientes que habían pasado por la misma banqueta que yo.

El caso fue que escogí uno de ellos, el que me sonó más agradable, aunque con una sensación de haber equivocado mi elección al sentir la mirada inquisitiva de este amable señor...me dijo que tenía poca paciencia, ja ja ja. Al parecer debía haber permanecido más rato sacando sonidos a aquellos cuencos sonoros y haber experimentado más. Mensaje recibido...

Uno de los detalles a tener en cuenta es la madera de la que está hecho el palito (no sé su nombre real) con el que se hace vibrar el cuenco...

El caso es que al llegar a casa tenía más ganas de probar mi cuenco “de toda la vida” con las indicaciones que aún tenía frescas de cómo hacerlo y con el nuevo palito, que de estrenar el flamante artefacto que acababa de comprar. Ahí se hizo el milagro, y por primera vez en casi diez años conseguí hacer cantar a mi amado cuenco. No podía creerme que aquel humilde y experto trozo de madera hubiera conseguido sacar de su letargo a mi cuenco que ya había dado por deshauciado ( y había culpado de ello a la dependienta que me lo vendió...)

Y otro suceso para mi significativo en la misma línea de lo que he contado anteriormente...

Hace un par de años compré una hermosa y exuberante orquídea. En realidad compré dos. Una de ellas se la regalé a mi madre, que haciendo caso omiso de las recomendaciones para mantener las raices visibles en una maceta transparente especialmente diseñada para esta especie de exóticas flores, la trasplantó directamente a una maceta de barro corriente y moliente, que por supuesto no dejaba pasar ni un leve rayito de sol a sus raices.

Yo seguí escrupulosamente las indicaciones y mi orquídea lucía hermosa en su potecito de cristal diseñado especialmente para que este bello especímen enseñara descaradamente sus raices al sol.
El caso es que después de la primera floración, mi plantita dijo “no va más” y se quedó luciendo sus hojas verdes y huérfanas. Punto.

La de mi madre, agradecida, tuvo una floración tras otra ignorando sus escondidas raices y luciendo tanto o más hermosa que cuando la compré.

Cuando ví que eso del bote de cristal era estéticamente válido pero una pijada en la práctica, simplemente la trasplanté a una maceta más hermosa sin transparencias de ningún tipo...y he aquí que se produjo el segundo milagro. Desde hace una semana mi orquídea está renaciendo y de ella brota un palito feliz y alborotado que seguramente dedicará alguna de su energía a producir nuevas flores...

Ya os contaré.

El caso es que en ninguna de estas dos experiencias tuvo que ver la perseverancia...sino la madurez.

Llegado el momento adecuado, y la acción adecuada...todo cobró vida de nuevo.

¿No es hermosa la forma que tiene la vida de manifestarse?


Epílogo:

Este texto se escribió en diciembre de 2010 y la fotografía que muestra la flor de orquídea (que merece para mi, un post aparte) está tomada esta misma mañana, 5 de marzo de 2011.


¡¡¡Gracias!!!!


La palabra es una forma de energía vital



Las palabras son una de mis debilidades, así que no son ninguna casualidad, ni el título de este blog, ni el de este post que nos habla de su mágico poder.
Me ocurre muy a menudo tener encuentros agradables en Internet. Son encuentros de diversa índole, pero la mayoría son información, ideas, inspiraciones, creaciones, imágenes...etc., que me motivan, estimulan y enriquecen.
Y cuando eso ocurre doy gracias, sobre todo porque gente de mi generación, y anteriores, que no siempre tuvimos esta fuente de inspiración, valoramos más este tipo de regalos. Nacimos y crecimos sin una fantástica herramienta de comunicación, difusión, expansión...un "lugar" que nos acerca a personas de lugares remotos con todo lo que tienen que ofrecer.
No voy a ser una ilusa, también hay lugares oscuros...como en la vida. Pero ahora quiero resaltar y agradecer una entrevista que encontré esta mañana y creo que ya circula por mail y que me ha parecido muy nutritiva...

Aqui os dejo la entrevista al Dr. Mario Alonso Puig

-¿Dice que no hay que ser razonable?
-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el por qué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
-Exagera.
-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.
-Más recursos…
-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
-¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
-Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo
propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.
-¿Seguro que no exagera?
-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos
-¿Hablamos de filosofía o de ciencia?

-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
-¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
-¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?

-El miedo nos impide salir de la zona de confort; tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona
-La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente
-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando.Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, si no sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.
-Déme alguna pista.

-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
-Ver lo que hay y aceptarlo.
-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste, persiste.
La aceptación es el núcleo de la transformación.

Soledad


A veces me pregunto por la errante forma que tiene mi soledad de manifestarse…unos días sí, otros días no, de forma aleatoria sin ningún esquema lógico que justificara su aparición.

Y nada más formular esta inquietud, surge la respuesta.

Hay días en que no estoy conmigo, me abandono, me marcho a otro lugar, a otros tiempos, con otras personas, a vivir historias conmigo misma como protagonista…pero no estoy conmigo. Estoy lejos, viviendo hipótesis, o reviviendo una situación cuya vigencia expiró hace tiempo y que dejó una huella en mi memoria y que uso como vehículo para viajar y alejarme de mi misma.

Y es en esos momentos en los que me siento realmente sola.


Propósito de año nuevo


Cada año nos marcamos nuevos buenos propósitos para comenzar un nuevo ciclo de 365 días, que casi siempre olvidamos la primera o segunda semana.
Por eso, este año mi propósito ha sido no hacer nuevos propósitos...así evito la poco sana sensación de frustración por mi falta de perseverancia. Por eso, y porque también para mi es un buen propósito dejarme en paz un tiempo, no exigirme tanto, no tener tanta ansiedad con hacer, hacer, hacer...es sano para mi dejarme llevar y descansar de tanto auto control...para variar.
He leido algo hermoso, que enlaza con el propósito de descansar en el amor, y quiero compartirlo...es de Jorge Carvajal, entre otras cosas Médico creador de la medicina Sintergética, y como alguien le ha descrito "Cirujano de almas".

"Darse entero en cada dar, hacer del servir el sentido de vivir, es la clave del amor impersonal. Tal vez nada produzca mayor sentimiento de unidad que la práctica humilde y sencilla de darse la mano, acogerse en la mirada, contar con el otro, sentir la reciprocidad implícita del amor en el recibir multiplicado de aquello que se da. Hacer de la vida un precioso presente, florecer y perfumar, madurar y liberar las semillas, sembrarse en el surco de la vida para multiplicar la corriente del amor, son los caminos del servidor, aquel que dirige la corriente de su vida por un cauce de amor impersonal. Que tu mano izquierda no pretenda apegarse a lo que tu mano derecha da. Que tu presente no se convierta en pasado. Que el río de tu amor no se represe. Que el genuino amor, siempre en ti, libere.
Vivir en el amor impersonal es un darse en todo dar. Cuando vivimos impersonalmente tejemos la vida con los mismos hilos que han formado el tejido de la Creación; y entretejidos en la trama de la vida encontramos un nuevo sentido de vivir."

Ramillete de palabras

Si has llegado hasta aqui, es porque el amor no conoce fronteras ni límites.

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